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martes, 30 de octubre de 2012
Brownie de coco y limón
Esta es una receta que hice hace ya unos meses, creo que fue en verano, pero que quedó pendiente de publicar por falta de tiempo. No es un brownie propiamente dicho, ya que no lleva chocolate, pero tiene una textura húmeda y jugosa muy similar así que supongo que su nombre viene de ahí. El ingrediente estrella es el limón y como fan de esta fruta no pude dejar de probarlo cuando encontré la receta en el blog La cocina de Gema y Eva. Sólo tuve que modificar un poco la cantidad de azúcar para que en mi casa no les echase para atrás al ser muy dulce y adaptarla a Thermomix; y quedó una receta rápida y muy rica para los amantes del limón.
INGREDIENTES
250 gramos de mantequilla
300 gramos de azúcar glass
4 huevos
225 gramos de harina
80 gramos de coco rallado
3 cucharadas de ralladura de limón
60 mililitros de zumo de limón
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 180º C con calor arriba y abajo y engrasamos un molde rectangular grande.
Ponemos en el vaso de la Thermomix la matequilla y la derretimos programando 4 minutos, 50º, velocidad 3. Añadimos el azúcar glass y mezclamos 1 minutos a velocidad 3. Al terminar ponemos la mariposa y programamos velocidad 3 1/2. Añadimos los huevos uno a uno por el bocal y mantenemos la velocidad hasta que veamos que se han integrado. Quitamos la mariposa y agregamos ahora la harina tamizada, mezclando 5 segundos a velocidad 6. Terminamos añadiendo el coco rallado, la ralladura y el zumo de limón y mezclando unos segundos a velocidad 6.
Vertemos la mezcla en el molde engrasado y horneamos unos 30-35 minutos, según hornos. Dejamos enfriar, desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glass.
¿Os apetece un trocito?
lunes, 10 de septiembre de 2012
Tarta "Los Pitufos de la Vega"
A pesar de lo abandonado que tengo el blog mis ratos de relax en la cocina, con alguna tarta, pastel, cupcake o galleta siguen ahí, son menos pero no renuncio a ellos. El problema es que luego no me queda tiempo para subir las recetas y las fotos. A ver si ahora que termina el verano y volvemos a la rutina del cole puedo publicar todo lo que tengo pendiente ¡qué es mucho! Y eso que con la dieta he sido muy buena y casi ni he probado la mayoría de las cositas que he hecho en los últimos meses, o como mucho he probado un trocito pequeño, que tampoco es plan de quedarse con las ganas y luego pegarse un atracón.
Lo que he tenido algo abandonado este verano ha sido el fondant, el calor no ayuda mucho con las decoraciones y tampoco tenía "eventos" para crear algo especial con fondant, hasta que llegó la última semana de la guardería de mi hija pequeña. Pasado mañana empieza el cole y ha pasado dos estupendos cursos en la guardería, donde ha aprendido muchísimo y ha estado muy bien cuidada por un equipo estupendo, así que no podía menos que agradecérselo con algo especial. Como ya había llevado galletas en otra ocasión me animé esta vez con una tarta y, como la guardería se llama Los Pitufos de la Vega, pues qué mejor temática que un pitufo.
Para el bizcocho usé varias planchas de genovés con la receta de siempre, que podéis ver aquí. El relleno es una Swiss Meringue Buttercream, también con la receta habitual, que está aquí, pero cambiando las fresas por tres cucharadas de limón en pasta para restar un poco de dulzor a la crema. Además añadí un poco de colorante en gel azul para dar un tono más "pitufo" a la tarta. Siento no tener foto del corte pero no llegué a verla cortada. Imaginad cuatro capas de bizcocho y tres de Swiss Meringue Pitufo, seguro que quedaba bonita y mi niña me dijo que sabía muy rica a pitufo :-)
Tras el montaje de las capas la cubrí con ganaché de chocolate blanco que había preparado unas horas antes con 200 gramos de nata para montar y 300 gramos de chocolate blanco. La preparación es sencilla, calentamos la nata en un cazo y cuando empieza a hervir retiramos del fuego y añadimos el chocolate blanco en onzas y removemos hasta que se deshace. Dejamos enfriar y montamos con las varillas o con un robot de cocina.
Una vez cubierta la tarta con el ganaché la dejé reposar un rato en la nevera y mientras empecé con la decoración.
Para la cara del pitufo usé una plantilla a partir de una imagen sacada de Internet. Recortando por un lado la cara y por otro el gorro se usan las piezas como plantilla para cortar el fondant azul y blanco ya estirado. Luego recorto los ojos en la plantilla y los uso para marcarlos en el fondant blanco y situarlos en la cara del pitufo. Los detalles, contornos y arrugas del gorro los marqué con rotulador negro comestible y el fondant que utilicé, como siempre, fue de la marca Sodifer.
Mientras la cara del pitufo se secaba un rato para luego manejarla mejor, me puse con las letras, para las que estrené este molde de silicona de Wilton que es una maravilla, con un poquito de paciencia salen perfectas y con un volumen estupendo. Os lo recomiendo totalmente.
Para cubrir la tarta estiré fondant blanco y como quería que el pitufo destacase sobre la tarta pensé en poner otra pieza de otro color... probé con amarillo primero, pero no me convencía, así que aposté por el naranja y me gustó el resultado. Para marcar la pieza naranja usé una lámina texturizadora que se coloca sobre el fondant estirado y se presiona con el rodillo para dejar la impresión que queremos aplicar.
Luego sólo quedaba pegar la cara del pitufo sobre la pieza naranja, decorar un poco el borde para tapar imperfecciones y aplicar unos detalles (en este caso estrellas amarillas) para darle algo más de gracia a la tarta. Y el resultado final gustó mucho. ¿Qué os parece a vosotros?
PD: No me olvido de que prometí un sorteo, sólo necesito sacar tiempo para organizarlo y conseguir reunir todos los premios en una misma foto!
lunes, 23 de enero de 2012
Chiffon de limón... o naranja, o mandarina...
No, no me han abducido los papeles, casi pero no, he podido con ellos y después de muuuuuchos días sin hornear aquí estoy de vuelta con una receta que les encanta en mi casa. Mis niños no suelen comer bizcocho, se comen el fondant de fuera, ni cupcakes, aunque se comen el frosting, pero lo que es el bizcocho no les apasiona. Salvo el chiffon, que les encanta, en cualquiera de las tres versiones que he hecho hasta ahora: limón, naranja o mandarina. Mi preferido es el de naranja pero esta mañana se me habían terminado, así que como las fotos son del chiffon de limón pues la receta que os paso es la de limón... aunque las variantes de naranja y mandarina son muy similares, os las contaré después.
El chiffon es un bizcocho muy similar al angel food cake en textura, pero mucho más jugoso. Se da un aire al Glorious Sponge Cake, ambos llevan los huevos completos, en vez de sólo las claras, y los tres se hornean en el mismo molde, el famoso de las patitas de angel food, así que por eso los veréis en la misma categoría en el blog. Mi pena sigue siendo no poder conseguir el molde de angel food de 25 centímetros ¡está agotado en todos sitios! Y es que en mi molde pequeño los bizcochos no pasan del día, así que no sé deciros qué tal se conserva para el día siguiente. Eso sí, el mismo día que se hornea está de vicio.
INGREDIENTES (para molde de 18 centímetros)
100 gramos de harina de repostería
125 gramos de azúcar
1/4 de cucharadita de bicarbonato
1 pizca de sal
40 gramos de aceite de girasol
3 huevos L
30 gramos de zumo de limón (aproximadamente 1/2 limón)
50 gramos de agua
ralladura de un limón
1/2 cucharadita de extracto de limón
1/4 de cucharadita de cremor tártaro
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 175º C. En un cuenco mezclamos la harina, el azúcar menos 2 cucharadas que reservamos, el bicarbonato y la sal. Batimos con unas varillas de mano durante un minuto para mezclar y airear. Separamos las yemas de las claras y añadimos a la mezcla de los ingredientes sólidos las yemas, el aceite, el agua, el zumo, la ralladura y el extracto. Batimos un par de minutos más con las varillas manuales y reservamos.
En el bol de la amasadora o la batidora eléctrica echamos las claras y comenzamos a batir. Cuando empiezan a espumar paramos la máquina y agregamos el cremor tártaro (si no lo tenemos podemos saltarnos este paso). Seguimos batiendo hasta que se formen picos suaves y entonces agregamos poco a poco el azúcar que habíamos reservado. Una vez que se forman picos más tiesos y la mezcla brilla paramos y echamos las claras montadas sobre la masa reservada. Ahora, con mucho cuidado, ayudándonos de unas varillas de mano, mezclamos con movimientos envolventes de abajo a arriba.
Cuando esté todo bien mezclado vertemos en el molde de angel food, sin engrasar ni enharinar. Ponemos en el horno en posición central y horneamos durante unos 45 minutos, o hasta que lo veamos bien dorado y al pinchar con una brocheta salga limpia.
Al sacar del horno damos la vuelta al molde y lo dejamos enfriar al menos media hora apoyado en las tres "patitas". Una vez pasado este tiempo, pasamos una espátula alrededor para facilitar el desmoldado. Y listo para comer. Es muy ligero y apetece a cualquier hora ¡seguro que os gusta!
Variante de naranja o mandarina: cambiamos el zumo de limón y el agua por 80 gramos de zumo de naranja o de mandarina; sustituimos la ralladura de limón por ralladura de naranja o mandarina y el extracto de limón por extracto de vainilla.
viernes, 6 de enero de 2012
Roscón de Reyes
Típico ¿verdad? Pero es lo que toca, en mi casa el roscón se toma de postre siempre el día 6 después de comer y este año me propuse hacer un estupendo roscón y olvidarnos para siempre de los comprados. Así que, desde hace varios días, me ha pasado por diversos blogs, recetarios y foros, he ojeado revistas y libros de cocina, he visto algún que otro vídeo y al final he dicho... ¡estoy preparada para hacer mi roscón! Hace también unos días que me puse manos a la obra con los ingredientes, la mayoría los tenía en casa, harinas suelo tener de varios tipos en casa, así que la de fuerza, que lleva la receta elegida, estaba en el armario, también la mantequilla, leche, naranja y limón y otros ingredientes... más problemas tuve con la fruta escarchada ¡no la encontraba en mi pequeño pueblo! Menos mal que una visita a Carrefour solucionó el problema. Y finalmente el agua de azahar, indispensable para ese sabor tan característico del roscón... primera farmacia del pueblo... ¡agotado! Segunda y última farmacia y siiiii ¡tienen! ¡La operación roscón sigue adelante!
La receta que más me convencía de todas las que había visto era la del libro Imprescindible de Thermomix, en general todas las del libro tienen excelentes resultados así que pensé que la del roscón también iría bien. Luego, viendo el vídeo y el excelente tutorial de Webos Fritos, vi que la receta era la misma, con un par de mínimas variaciones, así que ya no lo dudé más. Variaban sobre todo los tiempos de levado y al final comprobé que los míos (supongo que debido a la temperatura de mi casa) han sido intermedios entre las indicaciones del libro y del blog de Su.
Después de varias horas de levado y de sufrimiento por mi parte (pensando que si no salía bien no habría tiempo para hacer otro) el resultado a la vista era muy bueno, un aspecto totalmente apetecible... pero faltaba la prueba de fuego ¡había que catarlo! Y pasó la prueba, incluso repitieron, y eso que estaba relleno con casi un kilo de nata montada!!! Vamos, una bomba de roscón que por suerte ha triunfado, así que para el próximo año ya no dudaré con la receta ni sufriré por los tiempos de levado.
La receta os la dejo a continuación con mis tiempos, aunque como veréis varían según la temperatura de vuestra casa, si hay corrientes de aire, etc. Lo mejor es que os fiéis de vuestra masa, así que tendréis que vigilarla un poco :-)
INGREDIENTES (12 raciones)
Azúcar aromatizado
120 gramos de azúcar
Piel de medio limón
Piel de media naranja
Masa madre
70 gramos de leche entera
10 gramos de levadura fresca
1 cucharadita de azúcar
130 gramos de harina de fuerza
Masa
60 gramos de leche entera
70 gramos de mantequilla
2 huevos L
20 gramos de levadura fresca
30 gramos de agua de azahar
450 gramos de harina de fuerza
1 pizca de sal
Decoración
Huevo batido
Fruta escarchada
Azúcar humedecido
PREPARACIÓN
En Thermomix pulverizamos el azúcar durante 20 segundos en velocidad progresiva 5-10. Agregamos la piel de limón y naranja y pulverizamos otros 20 segundos en velocidad progresiva 5-10. Reservamos en un bol.
Ponemos los ingredientes de la masa madre, a temperatura ambiente, en el vaso y mezclamos durante 15 segundos en velocidad 4. Sacamos del vaso y amasamos formando una bola. Metemos la bola en un bol y la cubrimos con agua templada. Aquí la tendremos unos 10 minutos, hasta que flote y doble el volumen.
Pasamos ahora a la masa principal. Ponemos en el vaso todos los ingredientes de la masa principal, también a temperatura ambiente, más el azúcar aromatizado del principio y finalmente la bola de masa madre sin el agua. Mezclamos programando 30 segundos a velocidad 6.
A continuación amasamos en velocidad espiga durante 3 minutos. Al terminar sacamos la masa y la colocamos en un bol grande pincelado con aceite. Cubrimos con film transparente también pincelado en aceite y dejamos en un lugar cálido, sin corrientes de aire, levando durante varias horas, hasta que doble el volumen.
El tiempo de levado es muy variable. En el libro de Thermomix indican 1 hora aproximadamente, mientras que en Webos Fritos lo suben hasta unas 5 horas. En mi caso, dejé la masa lista sobre la 1 de la madrugada y a las 4 cuando se despertó Adrián ya estaba más que levada, así que la saqué del bol, amasé un poco y dejé en la nevera cubierta con film, esperando retardar el siguiente levado hasta la mañana.
Mi sorpresa a las 10 de la mañana (si madrugué más bien poco, jeje) es que había levado de nuevo en la nevera, algo menos, pero casi al doble del volumen. Amasé de nuevo y formé el roscón, dejándolo levar otra hora, sobre la bandeja de hornear, antes de introducirlo en el horno (este levado en Webos Fritos lo alargan hasta dos horas). Antes de este tercer levado introduje la "sorpresa" por la base del roscón.
Al terminar el segundo levado (tercero en mi caso) sólo queda pincelar el roscón con huevo batido y colocar la decoración de frutas y azúcar humedecido con unas gotas de agua. Se hornea en el horno precalentado a 200º C con calor arriba y abajo. Pasados los primeros 10 minutos de horneado se baja la temperatura a 180º C y se vigila cada pocos minutos para controlar que no se tueste demasiado. A los 20 minutos lo cubrí con papel de aluminio y lo dejé otros 7 minutos más dentro.
Una vez horneado se deja enfriar sobre una rejilla y listo para comer, tal cual, sin rellenar, o con el relleno que más nos guste. En mi caso fue con relleno, de nata montada con un poco de estabilizante para que aguantase bien. Corté con un cuchillo de sierra y marqué las dos capas con unos palillos para luego colocarlas en su sitio, rellené con una manga pastelera y cubrí con la capa superior.
Y después de mis sufrimientos por los tres levados y la preocupación porque se desinflase al salir del horno o no quedase jugoso... quedó un roscón de libro!!! Así que estoy más que contenta con el resultado y os animo, si no es ya este año para el siguiente, a que hagáis vuestros roscones... si yo que no había hecho jamás ninguno he logrado hacerlo, todos podéis! Y sin Thermomix también quedan estupendos, sólo tenéis que ver el vídeo de Webos Fritos, ahí está todo perfectamente explicado con amasado manual.
Espero que los Reyes Magos hayan sido muy generosos con todos vosotros y que el final de las fiestas navideñas os haya dejado muy buen sabor de boca.
domingo, 18 de diciembre de 2011
Un reto y dos tartas (primera parte)
Nooo, que no me había olvidado del blog... es que llevo una semana de lo más liada, todas las noches horneando, decorando... y bueno, los días me los ocupan la tienda y los niños, así que no daba para más el tiempo. Y todo esto viene de lejos, del cumpleaños de Adrián en septiembre. Entonces mi tarta de Bob Esponja se hizo, digamos, un poco famosa en el cole y llegó a oídos de la Asociación de las Amas de Casa de Saldaña... a los pocos días me llamaron para pedirme que colaborase en la semana gastronómica que organizan todos los años por estas fechas... y ¡no pude negarme! Ya les advertí que esto mío es pura afición y que no estoy cualificada para enseñar a nadie, pero bueno, se trataba sólo de una breve charla y una demostración de lo que se puede hacer con el fondant, así que me animé.
La idea era, además de hablar un poquito, lo imprescindible (les conté qué es el fondant, cómo puede hacerse, teñirse, cómo se decoran tartas, galletas, cupcakes...) hacer unos ejemplos de decoración en el propio salón de actos donde celebran la semana gastronómica, así que allí que me fui cargada con todos mis bártulos decoradores, y con muestras de galletas, cupcakes y tartas, unos ya decorados y otros para decorar allí.
Claro, a poquito que fuese de cada cosa esto lleva su tiempo, así que desde el lunes por la noche me he pasado todas las noches de la semana y varias mañanas trabajando en ello. El lunes preparé la masa de las galletas y el dosier con el texto y las recetas de la charla, el martes las horneé y empecé a decorar. El miércoles hice los bizcochos, el jueves los rellené y decoré la primera tarta... también horneé dos tandas de cupcakes. Fue el día más intenso! Y finalmente el viernes por la mañana ultimé detalles, preparé frostings, decoré varios cupcakes, organicé todo en cajas y bolsas y preparé unas fotografías en el portátil para proyectarlas durante la charla.
Y las cinco estaba en el salón de actos preparando todo junto con Mª Victoria y algunas de las socias. ¡¡¡No os imagináis que nervios tenía!!! Pero fueron los primeros 5 minutos, después de la presentación que me hizo Mª Victoria (¡gracias!) y de darme un par de detallitos por cortesía de la Diputación de Palencia, empecé con la charla y las fotos y creo que la oscuridad de la sala ayudó a que mis nervios pasaran. Luego cuando comencé con la decoración ya estaba mucho más tranquila y la tarta que decoré en escasos minutos (llevaba todos los materiales y decoraciones preparadas, no suelo ser tan rápida! además era muy sencilla) quedó bastante bonita e incluso me aplaudieron! (qué vergüenza me dio ahí).
Seguimos con los cupcakes y una chica de las más jóvenes (siiii, la gente joven también se anima!) subió voluntaria y se lo pasó pipa decorando con buttercream y fondant. Terminamos con unas galletas, ya no dio tiempo a decorar todas las que llevaba pero al menos se hicieron una idea del proceso. Y para terminar repartieron en lotes todas las cositas que llevé y que había hecho allí y las sortearon entre las asistentes, así que siete de ellas se llevaron el postre a casa, espero que les gustase :-)
Y termino ya con la crónica, porque así no llegamos nunca a las recetas... Sólo quería agradecer a la asociación la confianza y el honor de haberme invitado a su semana gastronómica, un enorme GRACIAS.
Como os he contando, hice varias cosas para el viernes, las galletas con mi receta preferida, las de chocolate blanco, los cupcakes de naranja y jengibre y también los de limón. Todo esto lo tenéis en varias entradas del blog, pero las tartas son menos habituales por aquí así que os contaré cómo las hice.
La tarta del lazo tenía dentro un bizcocho de vainilla en dos capas, mojado con sirope de fresa y relleno con crema de limón. La tarta sencilla de las flores rosas y negras tenía una primera capa de brownie de chocolate, otra de bizcocho de vainilla, ambos mojados con sirope de chocolate y rellenos también de crema de limón. Como veis me encantan los contrastes y el toque ácido de las fresas y el limón.
Lo del sirope puede sonar raro pero es uno de mis "preferidos" para mojar bizcochos... el almíbar queda demasiado dulzón, para algo es agua y azúcar... así que en la mayoría de mis tartas, siempre que el sabor combine, uso sirope de fresa aguado para que penetre mejor en el bizcocho. Puede comprarse o hacerse casero con fresas, un poquitín de azúcar y agua, cociendo y triturando sin más, ahh, y pasando por un colador para eliminar las pepitas. En el caso del sirope de chocolate igual, lo aguamos un poco y listo para mojar el bizcocho.
Pero vamos con las recetas... la del bizcocho de vainilla es de Sugarmur, muy recomendada, queda perfecto y se corta y perfila muy bien:
BIZCOCHO DE VAINILLA
INGREDIENTES (molde de 10*7 cm y molde de 18*4 cm)
5 huevos medianos (4 si son grandes)
2 cucharadas de agua caliente
130 gramos de azúcar pulverizado
1 cucharada de extracto de vainilla
110 gramos de harina
40 gramos de maicena
5 gramos de levadura
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 175 gramos y pulverizamos los moldes con spray desmoldante (o engrasamos).
Separamos las claras de las yemas y montamos las claras a punto de nieve; cuando estén casi listas añadimos un tercio del azúcar para que no se bajen. Reservamos.
En otro recipiente ponemos las yemas y el agua y las batimos unos cuantos minutos, hasta que esponjen y tripliquen el volumen. Añadimos ahora poco a poco las claras montadas y mezclamos con una espátula de abajo a arriba, para que no se bajen. Agregamos el extracto de vainilla y a continuación las dos harinas junto con la levadura tamizadas. La mezcla de harinas la añadimos poco a poco, mezclando con suavidad con la espátula.
Una vez lista la masa la echamos en el molde (o los moldes, en mi caso) y horneamos durante unos 20 minutos. Cuando veamos que ya está dorado y firme podemos comprobar la cocción con una brocheta. Si sale limpia sacamos el bizcocho del horno.
Lo dejamos reposar en el molde 5-10 minutos y a continuación lo desmoldamos y lo dejamos enfriar sobre una rejilla. Una vez frío ya se puede cortar y rellenar aunque es recomendable dejarlo reposar de un día para otro en la nevera, envuelto en papel film.
Como ya os he explicado cómo mojé el bizcocho, lo siguiente sería el relleno, la crema de limón, que no es más que el famoso lemon curd, en mi caso preparado con la receta del libro de Repostería y Pastelería de Thermomix:
LEMON CURD (Crema de limón)
INGREDIENTES (700 gramos)
250 gramos de azúcar
piel de un limón
175 gramos de zumo de limón (unos 4 limones)
120 gramos de mantequilla
4 huevos
PREPARACIÓN
Primero pulverizamos el azúcar en velocidad progresiva 5-10 durante 30 segundos. Añadimos la piel del limón y pulverizamos de la misma manera. Agregamos el zumo, la mantequilla y los huevos y programamos 20 minutos, 90º C, velocidad 4. Una vez lista la pasamos a un bote y la dejamos enfriar. Cuando esté fría se guarda en la nevera y dura varias semanas. Con esta cantidad yo he rellenado las dos tartas y me ha sobrado aún un poquito.
Una vez que tenemos listo el bizcocho y el relleno sólo nos queda cortar (ponemos unos palillos para marcar la colocación correcta de las capas) y rellenar. Y tras esto cubrir el bizcocho con una capa de "pegamento" para que se adhiera el fondant. En mi caso el pegamento usado fue una ganaché de chocolate que es tan sencilla de preparar que ni os pongo la receta, sólo hay que calentar 200 gramos de nata líquida para montar y antes de hervir retirar del fuego, añadirle 200 gramos de chocolate de cobertura cortado en trocitos y remover hasta que se disuelva; una vez frío quedará una consistencia cremosa ideal para cubrir tartas. Y también se puede montar y sirve como relleno.
La cobertura de ganaché la aplicamos con una espátula... ¿cómo hacer para que quede lisa? Pues con paciencia y tiempo... también ayuda meter un rato la tarta en la nevera y pasando de nuevo la espátula limpia y mojada en un poco de agua.
Cuando esté bien cubierta la dejamos en la nevera unas horas para que el ganaché se endurezca.
Y por fin, después de todo este proceso... a cubrir y decorar nuestra tarta! La decoración del lazo es sencilla, sólo requiere tiempo para que las piezas se sequen un rato y luego no se estropeen al pegarlas. Yo me guié por algunos tutoriales que hay por la red, como este de Tartacadabra. Primero extendí la capa de fondant blanco (Sodifer, ya sabéis que me he vuelto fiel a la marca) y la texturicé con una lámina. La apliqué sobre la tarta y procuré no usar el alisador para no chafar la textura. Luego corté dos tiras de fondant naranja y las pegué imitando las cintas del envoltorio del regalo. A continuación hice las piezas de los lazos, como en el tutorial de Tartacadabra, y los tirabuzones de la misma manera, enrollando el fondant en una brocheta. Después de dejar secar las piezas un par de horas lo monté todo encima de la tarta. Terminé aplicando un cordón decorativo en la base que además disimula las imperfecciones del acabado. ¡Y listo!
Me hubiera gustado enseñaros el corte pero no era plan de pedirle a la señora que le tocó que me hiciese una foto. También quisiera haberos enseñado fotos del proceso pero ha sido todo una contrarreloj y ni me acordé de la cámara. Para la próxima prometo un paso a paso bien detallado con fotografías.
La tarta que decoré en la charla os la enseño en otra entrada mejor, que esta ha quedado ya demasiado larga y no es plan de aburrir a nadie. ¡No os vayáis lejos! En breve... ¡tarta florecitas!
viernes, 11 de noviembre de 2011
Bundt cake de limón
Ummm... ¡Me encanta el limón! Más que el chocolate, la vainilla o la fresa ¡El limón me chifla! Tenía ganas esta mañana de algún postre con limón, no sabía si tarta, cupcake, bizcocho... y de pronto me encontré con mi molde Nordic Ware y me dije, pues un bundt cake... eso sí, que sepa mucho a limón. Y vaya si sabe... bueno, el bizcocho es apto para no amantes del limón, pero si le añadís el jarabe de limón que le puse por encima entonces sólo apto para limonadictos ¡Avisados estáis! Por cierto, me hubiera gustado enseñaros mejor mi recién estrenado cake stand pero hoy había cero luz en mi casa y no ha quedado más remedio que tirar de flash.
INGREDIENTES
225 gramos de mantequilla a temperatura ambiente
250 gramos de azúcar caster o glass
4 huevos
375 gramos de harina con levadura
150 mililitros de leche
ralladura de un limón y el zumo del mismo limón
Para el jarabe:
zumo de dos limones (unos 75 mililitros)
200 gramos de azúcar glass
PREPARACIÓN
Precalentamos el horno a 175º C y preparamos el molde de bundt engrasándolo con el método que prefiramos (en mi caso spray desmoldante).
Batimos la mantequilla hasta que quede cremosa y agregamos el azúcar. Seguimos batiendo e incorporamos los huevos, uno a uno. Echamos la ralladura y la mitad de la harina y mezclamos, después el zumo de limón y a continuación la leche. Terminamos con el resto de la harina. Vertemos en el molde y horneamos unos 70 minutos o hasta que al pinchar con un palillo, este salga limpio. Al sacar del horno dejamos unos minutos en el molde y luego dejamos enfriar sobre una rejilla ya desmoldado.
Podemos tomarlo así pero si queremos intensificar el sabor a limón lo regaremos con un jarabe de limón preparado con el zumo de dos limones pequeños mezclado con 200 gramos de azúcar glass. Calentamos la mezcla en el microondas unos segundos, para ayudar al azúcar a disolverse, dejamos enfriar para que espese y echamos sobre el bundt.
No dejéis de contarme si lo probáis ;-)
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